Pues casi me cuesta creerlo, pero fue el último viernes de septiembre allá por 2012 cuando se me ocurrió que tener un blog podría ser una buena idea y me aventuré con una primera entrada que tenía de todo menos originalidad (puedes leerla aquí) y que poca más gente a parte de mi madre, mis hermanas y algunos amigos leyeron. Y desde aquel, han pasado 205 viernes publicando de manera consecutiva. Continue reading