El Pilates NO es para Hombres

“Excusa no pedida, acusación manifiesta”

Esta frase me viene a la cabeza inevitablemente cada vez que alguien postea en Facebook por enésima vez otro artículo que afirma que el Pilates también es para hombres. Suelen hablar de los prejuicios que existen relacionados con esta actividad y los tópicos que rodean al Pilates acompañándolo de una serie de razones que tratan de justificar por qué en sus clases la mayoría de asistentes son mujeres… (como si eso fuera un problema, por otro lado).

Tengo la sensación de que si quieres acabar con una falsa creencia la peor manera que tienes de hacerlo es repetirla y repetirla, aunque sea para decir que es incierta afirmando lo contrario. Porque lo único que hace es retroalimentarla y que se siga manteniendo el mito. Es por ello que no sabía si era una buena idea escribir este post al contribuir a crear más ruido en torno a ello. Todos tenemos en nuestras clases una evidente mayoría femenina. Incluso los mas optimistas (entre los que me incluyo) que suelen decir: “que va, esto está cambiando los últimos años, yo tengo un grupo a las 9 de la mañana en el que la mitad son hombres. Le preguntas ¿Cuántas personas hay en total? y te dice: 4 ¡Guau, tienes dos hombres! Exitazo ¿Y en el resto de grupos?

hombre haciendo Pilates

Pilates no es para hombres: anatomía de un prejuicio

Guillermo R. Benavente de Xen Pilates analiza el origen de este prejuicio y realiza un ejercicio de autocrítica ¿Y si estuviéramos nosotros mismos fomentándolo? Reflexionando en su texto titulado el Pilates, los prejuicios y los hombres comenta lo siguiente:

¿Qué ha llevado a los hombres, en su mayoría, a opinar de esta manera? En su derrotero, el Pilates ha sido impulsado a la popularidad por una gran cantidad de mujeres (participantes e instructoras), situación que puede explicar por qué muchos tienen la impresión de que el Pilates es una actividad reservada para el género femenino. Al mismo tiempo, una porción importante de esta popularidad fue producto de relacionar al Pilates con el mundo del espectáculo, habida cuenta que muchas veces se ha utilizado como argumento de difusión el hecho de que tal cantante o tal actriz disfrutan de las mieles de la eterna juventud gracias a la “magia” del Pilates. En este sentido, quienes utilizan tales cuestiones como herramienta de mercadeo, no han hecho más que profundizar otra sensación ya instalada en el inconsciente colectivo masculino, lamentablemente vinculada (por los hombres) a muchas cuestiones femeninas: la de la banalidad. Si la mejor herramienta para derribar los prejuicios es la información, flaco favor le hacen al Pilates quienes intentan, y tristemente logran, convencer a los demás sobre los beneficios de esta disciplina utilizando a Hollywood como ejemplo, pasando así la antorcha de la intrascendencia.

Si sumamos la gran influencia que el mundo de la danza clásica ha ejercido sobre el Pilates, al punto de generar en muchos sectores un sentimiento de “apropiación” sobre la actividad, podemos tener un panorama más amplio sobre las cuestiones que pudieran explicar la génesis de los prejuicios masculinos al respecto. En una línea básica de pensamiento masculino, simplificado en extremo y afín a estándares del siglo XIX, se establece la siguiente relación: “danza clásica = afeminado”; al igualar los términos “Pilates” y “danza clásica”, terminamos con la ecuación “Pilates = afeminado”. Así planteadas las cosas, ¿qué hombre que pretenda hacer gala de su masculinidad estaría dispuesto a caer rendido ante semejante “mariconada”? No puedo evitar el sarcasmo en este punto.

Poco más que añadir.

Ya no se compran productos, se compran mejores versiones de uno mismo

Esta semana caía en mis manos un libro titulado: The complete book of Pilates for men (el libro completo de Pilates para hombres). Y pensé: vaya parece que alguien le ha dado una vuelta a esta idea… ¿Que qué me encontré en el interior? Lo de siempre, todo el repertorio de ejercicios de Pilates suelo. Eso si, todos los ejercicios ejecutados por un hombre ¿Y qué le diferencia del libro Return to life Through Contrology escrito por Joseph Pilates 60 años antes? Pues… el precio, éste cuesta el doble; las ilustraciones, que ahora son más bonitas y el título, claro. Habrán pensado: Si le ponemos como título Pilates para Hombres, por fin se van a dar por aludidos, nos los van a quitar de las manos y todos se van a poner a practicar Pilates como locos. El libro es de 2005… Creo que no funcionó.

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Dudo que aunque encontrara hoy un libro titulado: Chino Cantonés para Españoles Residentes en Australia, esto me supusiera un aliciente para comprarlo. No por nada, sino porque todavia no me ha dado por estudiar chino. Otra cosa es que alguien me contara que la región de China donde se habla cantonés es un paradisíaco lugar y el profesional del Pilates una persona altamente demandada y bien remunerada. En ese caso, ya haría yo por encontrar el libro, comprarlo y ponerme a estudiarlo rápido para llegar allí el primero y poder contarte cómo son las cosas, por si te animas a venirte.

Vivimos en una sociedad en la que todos nos vemos obligados a vender nuestra moto nuestro producto buscando nuevos clientes e inevitablemente hay quien piensa: si el 80% de mis clientes son mujeres ¿Qué tengo que hacer? Conseguir que vengan hombres. El problema es cómo lo hacemos. Hace tiempo leía en un artículo la frase: “Las personas no compran productos, buscan mejores versiones de ellos mismos”. Es decir no importa tanto “el qué” como el “para qué”. Ponían el ejemplo de cómo en la época en la que los Mp3 eran el no va más de la tecnología, Apple lanzó el I-Pod. Que aparentemente no se diferenciaba demasiado del resto de dispositivos. Ahora bien, mientras las otras marcas se centraban en las características de su producto: menor tamaño, 1Gb de capacidad… (“el qué”) Steve Jobs en su presentación dijo: “más de 1000 canciones en tu bolsillo”, centrándose en el “para qué”. Y bueno, el resto ya te lo sabes.

¡Cambia ya el discurso!

¡Haz Pilates! También es para hombres. -¿Pilates, qué es eso, ¿Gimnasia? ¿Por qué yo iba a hacer gimnasia? -Hay que hacer ejercicio y el Pilates es muy bueno para tu salud. -Si yo no me encuentro mal. – Ya, pero si no haces ejercicio dentro de unos años tu salud lo notará. – Vale, pues dentro de unos años vengo.

Deja de centrarte en lo evidente y ve un paso más allá. Cuenta a tus potenciales alumnos lo que podrán conseguir en tus clases en lugar de aburrirles con lo que ya han leído en internet antes de ir a preguntar. Todo el mundo sabe a estas alturas que el Pilates es “muy bueno“. Aparte de eso, mejor que tratar de impresionarles con conceptos que no entienden, cuéntales lo que conseguirán ejercitándose regularmente con tu ayuda y supervisión. Porque no son cuentos, te lo están repitiendo tus alumnos cada día al final de tus clases y no les estás escuchando.

  • Cambia el habitual: El Pilates mejora la flexibilidad. Por un: Practicar Pilates hará que te sientas mejor, más ligero, más funcional en tus actividades del día a día. Al salir del movimiento escaso y estereotipado diario, movilizando en las clases los distintos segmentos de tu cuerpo dotándole de más grados de libertad y opciones de movimiento.
  • Olvídate de la frase: El Pilates es bueno para los corredores. Prueba con un: Pilates te ayudará a mejorar tu rendimiento y evitar lesiones. Al ayudar a fortalecer los músculos intrínsecos del pie, músculatura paravertebral, mejorar tu alineación y postura, fortalecimiento del core…
  • Deja de repetir: El Pilates con máquinas es más completo. Y recuérdales que las máquinas permitirán desarrollar su movimiento como nunca antes lo habían experimentado, con distintas resistencias, planos y ángulos según sus necesidades. Proporcionándoles asistencia cuando lo requieran o una resistencia adicional en función de su habilidad y condición física.
  • Cambia un: El Pilates mejora la postura. Practicar Pilates hará que seas capaz de mantener durante más tiempo una postura alineada lo que permitirá evitar esa sensación de tensión en tu espalda durante tu jornada de trabajo frente al ordenador.
  • Se acabó lo de: El Pilates es bueno para el estrés. Solo recuérdales las buenas sensaciones que quedan tras realizar una actividad que requiere el cien por cien de tu atención y esfuerzo. Te ayuda a hacer un paréntesis en el vertiginoso ritmo diario y centrarte por una hora en tí, tu cuerpo y tu movimiento. Además de sudar y descargar el exceso de tensión acumulada.
  • Olvida lo de: El Pilates te ayuda a desarrollar la fuerza. Recuperarás las buenas sensaciones que llevabas tiempo sin experimentar, al trabajar tus músculos y notar que tu cuerpo responde y ver los resultados. Además de sentir que recuperas la vitalidad que echabas en falta y creías perdida.

Porque lo cierto es que el Pilates, como la música, el cine, o el ejercicio físico en general no es para hombres… ni para mujeres. Definitivamente, el Pilates es para aquellos y aquellas que independientemente de su condición física, capacidades, limitaciones y objetivos pretenden convertirse en mejores versiones de ellos mismos. Y a aquel que no te crea, invítale a una clase, que pruebe. Sólo a una, a la primera… Eso sí, dile que si le gusta, la segunda se paga doble 😉

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